agosto 20, 2006

Paseando

El parque fue la única opción
entre la tierra, seca, los vientos se arremolinaban a su alrededor
mientras aquellas voces, sonidos molestos,
evocaban felicidades ajenas, ninguna estaba cerca.

Y mirando aquellos niños, felices, en gritos,
pensó: sigan con sus bicicletas, que pronto todo termina.
Y quiso ver qué sería de aquella que se desplazaba en dos ruedas ínfimas
con una sonrisa pegada con toda la fuerza del no saber nada.

Dió vuelta la página y no había nada.

Yo



Cuando
la

SOLEDAD

soy
YO.

Domingo

luminoso
"felíz?"
no, maldito.